¿Cómo puede uno ser obligado a aceptar
la esclavitud? Yo simplemente me rehúso a hacerle caso al amo. Puede torturarme,
romper mis huesos hasta que sean átomos e incluso matarme. Tendrá
entonces mi cuerrpo muerto, pero no mi obediencia. A fin de cuentas, por lo tanto, soy
yo el vencedor y no él, porque ha fracasado en hacerme hacer lo que él quería.
-Mahatma Gandhi
El arma más poderosa que tenemos es la denegación. [Denegación
de] nuestra obediencia a este sistema de capitalismo avalado estatalmente, en
el que se nos esclaviza con deudas por querer mejor educación, enfermarnos o tener
un hogar; que está lejos de ser un sistema justo –es criminal en todo salvo en
el nombre. Si vamos a detener este tipo de abuso, primero debemos rehusarnos a
participar en él.
Por
primera vez en la historia humana, tenemos la opción de rechazar y rehuir a este sistema económico y reemplazarlo por algo mejor –con divisas digitales. Usando
divisas digitales en lugar de dólares, podemos denegar la deuda que es usuraria
y desafiar el monopolio estatal de la emisión monetaria. Esto pone en nuestras
manos la habilidad de desafiar directamente la legitimidad del Estado, dado que
el dinero es ley; y si podemos cuestionar su dinero, podemos destruir a
este monstruo.
Denegación
El primer
paso es la denegación. Bitcoin nos ofrece una forma de denegar el lazo de deuda
que este sistema nos ha legado, y nos permite un camino hacia la negociación, si
elegimos negociar. Simplemente rehusándonos a pagar nuestras deudas, mientras
mantenemos nuestro dinero y el dinero que ganemos en bitcoin, podemos enfrentarla.
Los defaults son dolorosos, como vimos en la
crisis de 2008, pueden poner todo el sistema en cuestionamiento. Si suficiente
gente empieza a entrar en default en
la deuda estudiantil de 1.2 trillones de dólares que se le debe al gobierno
federal, podemos obligarlos a negociar un jubileo. Entrando en default uno puede usar la acción directa para
dejar en claro que esa deuda es usuraria y que no será pagada. Hay más poder en no pagar para demostrar un punto, que en pagar y pedir que los
términos cambien –no lo harán.
Rechazo
El Segundo
paso es el rechazo. Bitcoin es un desafío directo al sistema financiero y a la
legitimidad del Estado mismo. Podemos rechazar unilateralmente participar en su
economía al rechazar su dinero y los impuestos que acompañan a ese dinero. Al
rechazar el dinero fiduciario podemos tomar acción directa sobre el
sistema económico mismo. Podemos rehusarnos a tener la pequeña suma con la
que contribuimos a esta economía, los impuestos, que apuntalan al estado. Ya no
hace falta que mi dinero vaya a parar a guerras o a cualquier institución
estatal que sirva para oprimir gente. Yo no estoy de acuerdo con ello, y no los
dejaré usar mi dinero, conseguido con tanto esfuerzo, para tales propósitos
perversos. Para conjeturar por qué debemos hacer esto, ofrezco una cita de “Desobediencia
Civil” de Henry David Thoreau:
“Si mil
ciudadanos no pagaran sus boletas de impuestos este año, no sería una medida
violenta ni sangrienta, como sí lo sería pagarlos y permitir al estado cometer
violencia y derramar sangre inocente. Esto es, de hecho, la definición de una
revolución pacífica, si tal cosa es posible.”
La revolución
pacífica de la que habla Thoreau puede hoy ser nuestra. Rehusándonos a
usar dinero fiduciario y usando divisas digitales en su lugar, podemos
ponernos firmes y, al mismo tiempo, protegernos del inevitable colapso
económico que se viene.
El
rechazo de este sistema es algo que inevitablemente va a suceder. El Estado no
puede ganar –su dinero está muy pobremente diseñado, maneja su economía muy
ineficientemente y sólo se las arregló para llegar a este punto por su
monopolio del modo de intercambio y de la violencia legal. Desafiando los monopolios
gubernamentales sobre el dinero, haremos patentes las ineficiencias del sistema
financiero global actual. Destruiremos al capitalismo del mundo de carne y acero
con una nueva forma de capitalismo que es más eficiente, más segura, y
sencillamente, mejor. Cuando el mundo se dé cuenta de esto, habrá un gran ajuste
de cuentas que terminará en insurrección.
Insurrección
El ultimo
paso es la insurrección. Las monedas digitales son una revolución en el área de
la economía y serán una parte inseparable de de la economía global algún día.
Bitcoin ofrece un mundo sin cuidadores, sin buscadores de permisos y sin
restricciones al mundo que elijamos construir. Las monedas digitales operan sobre la máxima del protocolo: lo que dice el protocolo es
supremo, y la federación del protocolo es lo que permite que funcione. No hay
forma de engañar a este sistema porque está fuera de las manos de personas
individuales y es facilitado por el programa mismo –no se necesitan
intermediarios. Eliminando tanto al Estado como a los bancos de todas las
transacciones económicas, el costo de mantener al Estado y al sistema financiero
no recae sobre nosotros. Nuestro sistema financiero no necesita que paguemos
tarifas a banksters criminales o impuestos a gobiernos tiránicos para que usen
nuestro dinero –sólo una conexión a Internet.
Es
imposible para el dinero fiduciario competir con bitcoin por un tiempo
prolongado. El dinero fiduciario no puede mantener su valor por un período largo
de tiempo, esa es la razón de que el poder de compra de un dólar hoy haya perdido 95% de su valor desde 1913. El
suministro de dólares se infla constantemente, y particularmente con las rondas de flexibilización cuantitativa que vemos a lo largo del mundo
hoy. Debido a que el suministro de divisas fiduciarias incrementa hoy, y debido
a que no hay ninguna mercancía que respalde a esas divisas, no hay manera de
que compitan con Bitcoin. A medida que se vuelve más y más notorio que el dólar pierde
valor mientras el de Bitcoin aumenta rápidamente, la gente comenzará a cuestionar
la legitimidad del dólar mismo. Es en este punto, cuando el valor del dólar
empieza a ser cuestionado, que la legitimidad del gobierno mismo puede ser
cuestionada. Ahí es cuando nos sublevamos, ahí es cuando conseguimos nuestra
libertad y destruimos al monstruo que ha buscado mantenernos bajo absoluto
despotismo en nombre de la seguridad y la protección.
Revolución
Desde los
levantamientos fallidos de 2011, se ha vuelto claro que el capitalismo
fomentado estatalmente está fallando. No hubo una sola vez en la historia
reciente en que la gente haya trabajado más duro, recibido menos y haya tenido
tan pocas oportunidades. Esto no es un error del Estado en su tarea de proteger
a sus ciudadanos, sino la estructura inherente de lo que los estados hacen cuando
entran en alianza con empresas oligárquicas. Todos vemos la criminalidad de esto por
lo que es. Sabemos que son ladrones, criminales, mentirosos, pero hasta este
punto han sido demasiado poderosos y ha habido muy pocas alternativas –uno
simplemente tenía que participar a pesar de su renuencia a hacerlo.
Pero
ahora hay una alternativa. Un modo de intercambio que es económicamente
superior, que tiene las características de privacidad imbuidas en el dinero
mismo y que está organizado en una plataforma horizontal y descentralizada. Un
dinero con un suministro fijo conocido que no puede ser alterado, que no es
controlado por estado o individuo alguno –así como la red misma. Un dinero
totalmente transparente que permite que cualquiera vea todas las transacciones
en la red, mientras también protege las identidades de los usuarios. Y es
prácticamente instantáneo de usar, no necesita autorización de un banco o de un
gobierno –tu dinero te pertenece.
Qué hay
que hacer todavía hay que verlo. Lo que sabemos por ahora es que hay una
poderosa herramienta económica nueva que cambia fundamentalmente la forma en
que vemos el dinero y el modo de intercambio. Esto desafía las características
fundamentales del Estado hoy, y del dinero que éste imprime. Yo estoy
convencido de que es así cómo comenzará la revolución, porque la gente siempre
busca ser más libre, y ahora ya no hay nadie para detenerla cuando escape de las
cadenas de la tiranía financiera.
Este
artículo es una traducción al español a partir del original en inglés: https://btctheory.com/2013/11/29/financial-insurrection/