Lo que se
nos ha enseñado acerca del dinero y del sistema económico es poco más que una
serie de mentiras y propaganda metido en nuestras cabezas a punta de pistola.
Nuestra economía está lejos de ser justa o libre; y somos explotados por los
caprichos de capitalistas que han recibido el sello de aprobación de los
gobiernos. La financiarización de la economía por el Estado empezó con la
creación de la Reserva Federal, y finalizó con el abandono del patrón oro. Esto
fue el inicio del fin del dinero como valor independiente de los gobiernos. Cuando
los gobiernos del mundo descubrieron, en Bretton Woods, que podían simplemente terminar
con la convertibilidad del oro y seguir sólo con dinero fiduciario, se pusieron
eufóricos. Eliminaron el mayor freno sobre el poder gubernamental que
alguna vez haya existido: el poder de la cartera.
Para romper las cadenas
El legado del capitalismo es
hondo, profundo y abarca todo en nuestra sociedad. La reificación de todo por el capitalismo no ha dejado piedra
por mover; ha subsumido cada faceta de la vida a la esfera económica. Este no es
el capitalismo que Smith y Ricardo entendían, sino un Deus ex Machina distorsionado, anti-humano, que lleva consigo tanto
la destrucción de la humanidad como del planeta. La mayor evidencia de esto está
en la casi completa y total destrucción ambiental de la que tenemos
experiencias alrededor de todo el mundo: con la sexta gran extinción de especies
del planeta. Sin discriminación de nacionalidad, raza u origen, nuestros océanos,
cielos, agua y tierra fueron contaminados y violados por los poderes que sean.
Los mismos gobiernos que fueron empoderados para proteger nuestros derechos
sagrados fueron destituídos por gángsters capitalistas, matones de traje que subastaron
todo por unas miserables monedas.
El
problema no es con los capitalistas que solo conocen la corrupción y el robo –¡Esto
es esperable de ellos más que de nadie!- El problema es con el Estado, los políticos,
y la corrupción que ha envuelto todos los aspectos de nuestras esferas sociales.
Este sistema es corrupto y podrido hasta la médula; no puede, ni debe,
arreglarse. Los hombres de política que se tienen a sí mismos en tanta
estima por ser los negociadores de la prostitución de nuestro sistema
político son los mismos que nos mantienen mansos para ser violados y usados, una
y otra vez, por la máquina capitalista. Nuestros gritos de consanguinidad nunca
son oídos; para ellos, somos poco más que objetos que tienen que soportar mientras son explotados hasta la muerte. Si vamos a ser liberados, y libres, como
prometieron los padres fundadores y las constituciones que nos rigen, debemos
romper las cadenas de la esclavitud económica que nos mantienen atados a la
máquina destructiva que llamamos capitalismo.
Para romper un sistema
monetario
Debemos
aprovechar el poder de los mercados y el emprendedurismo para bien de todos, mientras nos
separamos de la naturaleza parasitaria del capitalismo. Debemos arrancar el
poder a un Estado corrupto que empodera a una muy reducida y exclusiva clase de
gente el derecho a destruir el mundo de mañana, por algunas baratijas de hoy. Si
queremos asegurar que tendremos algo para ofrecer a nuestros hijos más que
aprisionamiento y una Tierra quemada, entonces debemos optar por terminar con
este sistema de abuso ahora, hoy, y permanentemente.
Esto puede hacerse. Tenemos los medios para romper este sistema socio-político-económico totalitario
del Viejo mundo y entrar en una nueva era de desarrollo global fuera de las
manos de ambos: Estado y capitalismo. Podemos reapropiarnos de nuestros respectivos
sistemas monetarios nacionales, en favor de unos digitales e independientes. A
través de esta simple acción –a través de la reclamación de nuestro poder
económico– crearemos un efecto dominó que va a enredarse en las estructuras económicas,
políticas, y sociales del mundo. Usando un dinero independiente, cuyo control y
poder viene de fuera del Estado, la gente puede reapropiarse de su
poder económico para sí misma. Esto será a costa del Estado y de los
capitalistas que nos desangran como los vampiros y sanguijuelas que son. Rompiendo
el control monopólico sobre los medios de intercambio que tienen los Estados, expropiaremos
el sistema de intercambio, y los medios de intercambio mismos, de vuelta a sus
respectivos dueños: el público en general.
Vemos la
corrupción de su sistema. Debajo de la reluciente chapa de los logros del
capitalismo y su supuesto progreso, yacen incalculables billones de vidas
destrozadas. En su base vemos que la ley no es más que violencia oficial –terrorismo
sancionado estatalmente con propaganda de un tercer Estado capitalista. Para
luchar contra su violencia y librarnos de este sistema barbárico debemos usar el
arma más poderosa a nuestra disposición:
Acción
directa económica no-violenta
Con solo usar otra forma de dinero, desterramos la violencia y el perverso puño del
Estado del poder económico que cada uno de nosotros genera. Ya nunca más el
Estado tendrá la capacidad de robarnos, ni tampoco podrá financiar sus
crímenes o continuar con sus regímenes corruptos. Mutilar el sistema monetario impactará
el corazón mismo de la corrupta máquina estatal-capitalista, y hará que llegue
a un freno demoledor.
Cada Estado ha invertido en su
propio sistema de gobierno, dinero e impuestos
para que la pequeña élite de los poderosos pueda gobernar sobre todos los demás a sus anchas. Mantienen su poder no a través de medios democráticos, sino a
través de la opresión, división, regulaciones, controles, impuestos, fronteras,
prisiones, exacciones, etc. Esto no lo hacen para proteger a las masas, sino a sí mismos.
Esto no promueve la justicia, mantiene la injusticia. Los gobiernos crean estas reglas
y regulaciones artificiales para poder robar a su gente, y mantenerlos
divididos y acallados. Debemos ver sus tácticas por lo que son, y las
magnitudes de nuestra propia fuerza, la cual reside en nuestro número.
Por
primera vez en la historia humana podemos aplastar estas fronteras artificiales
y falsas consciencias de nacionalismo y estatismo y encontrar solidaridad trabajando
juntos rechazando sus corruptos sistemas políticos y económicos. Hay
billones de personas alrededor del mundo creando trillones de dólares de
riqueza económica cada año que, sin embargo, viven una vida de
miseria e inseguridad debido a la explotación a la que están sujetos. Creando un
nuevo frente popular contra la explotación capitalista bajo la guisa del Estado, podemos
crear un nuevo movimiento político y económico que rompa los lazos de deuda que
nos han esclavizado.
Usando
divisas digitales como acción política, podemos expropiar nuestra riqueza de
las manos de políticos corruptos y de sus aliados capitalistas, mientras
creamos un nuevo camino revolucionario. Esta simple acción puede asegurar que ya no
seremos más esclavizados al sistema de deuda que creó las condiciones del
mundo hoy. Juntos, como un solo cuerpo unido de gente libre, podemos
desterrar los últimos vestigios de esclavitud de este planeta de aquí en
adelante.
Acción económica directa internacional
Este nuevo
sistema de intercambio no se basa en las falsas nacionalidades que nos
fueron asignadas, sino en la permanencia de matemáticas que se aplican a todos
nosotros. Es una forma de dinero que es inclusiva de todas las personas, sin importar
bajo qué Estado opresivo uno esté forzado a vivir. Más que nada, Bitcoin es
una forma de intercambio que está fuera del control de ambos: escoria estatista
y cerdos capitalistas. Es una forma de dinero totalmente nueva sobre la cual
podemos construir un nuevo sistema de intercambio, y un sistema económico
independiente. Si alguna vez vamos a librarnos de las cadenas del capitalismo y
del aprisionamiento de la deuda, entonces construir un nuevo e independiente sistema
económico fuera de su control es el primer paso.
Bitcoin y
otras divisas digitales pueden ser las herramientas sobre las que construyamos esta
gran unión económica y monetaria –pero sólo si la gente está dispuesta a
aprender y participar. Sabemos que la gente es un problema para bitcoin, y que
tenemos que educar y agitar si vamos a crear un cambio real y sustancial. Este
es el inicio de una revolución económica global que va a destruir las fronteras
artificiales que nos separan y nos unirá económicamente contra nuestos
respectivos opresores. Bitcoin es el nuevo Frente Popular contra la
explotación de los capitalistas y la esclavización de los gobiernos
estatales alrededor del mundo.