Para
entender a la Bitcoin, debemos entender la historia del dinero.
Este es un tema largo y complejo que ha cambiado drásticamente en los
últimos 400 años y tiene una historia total de más de 3000. Para
entender tanto al dinero como a la Bitcoin, debemos entender que hay dos
funciones distintas que tiene el dinero, que son independientes entre
sí, pero ambas influyen en su valor: la función de pago y la función de
almacenamiento de valor.
Ambas
son funciones importantes para el dinero, pero hay que comprender cómo cada una de ellas lo afecta de manera
diferente. Desarrollo esto en más detalle en "El valor intrínseco da la bitcoin" y en "Bitcoin es un dinero-mercancía".
La
mejor manera de pensarlo es considerar a la bitcoin como una amenaza
tanto para las formas tradicionales de almacenamiento de valor, tales como los metales
preciosos, oro y plata; como para el dinero fiduciario normal, debido a
la red de pago de Bitcoin. Estas dos características de Bitcoin crean un
tipo de dinero que es superior tanto a los metales preciosos como a las
monedas fiduciarias. Para entender por qué la bitcoin funciona como
dinero, y de una forma mejor que los demás, debemos entender la historia del dinero durante el último siglo.
La historia de la banca
Para entender a la banca, necesitamos saber qué es un medio de intercambio, cómo es que está surgió y por qué fue necesaria en adición a un medio de almacenamiento de valor.
Un medio de intercambio es justamente eso, un modo en el que se puede participar en el intercambio de un bien por otro. Antes del dinero moderno, esta función podía ser realizada por cualquier cosa que se intercambiaba comúnmente y que fuera bien recibida por el público general como algo con valor. A lo largo de la historia, todo tipo de cosas tomaron este rol: incluidas bolsas de trigo, tabaco, tierra, etc. Mientras ambas partes comprendieran el valor de lo que se intercambiaba y eligieran aceptarlo, esto podría funcionar como medio de intercambio.
Como el oro se convirtió en el estándar común para el intercambio durante la era del mercantilismo, transportar grandes cantidades de metales preciosos se convirtió en un riesgo sustancial. En lugar de llevar consigo un lingote de oro, se podía llevar billetes canjeables en los bancos por cierta cantidad de oro escrita en la nota. Así es cómo ha funcionado la banca durante la mayor parte de su existencia. Sólo en el último siglo el papel moneda fiduciario, sin convertibilidad a una mercancía, se ha vuelto la norma.
Un medio de intercambio es justamente eso, un modo en el que se puede participar en el intercambio de un bien por otro. Antes del dinero moderno, esta función podía ser realizada por cualquier cosa que se intercambiaba comúnmente y que fuera bien recibida por el público general como algo con valor. A lo largo de la historia, todo tipo de cosas tomaron este rol: incluidas bolsas de trigo, tabaco, tierra, etc. Mientras ambas partes comprendieran el valor de lo que se intercambiaba y eligieran aceptarlo, esto podría funcionar como medio de intercambio.
Como el oro se convirtió en el estándar común para el intercambio durante la era del mercantilismo, transportar grandes cantidades de metales preciosos se convirtió en un riesgo sustancial. En lugar de llevar consigo un lingote de oro, se podía llevar billetes canjeables en los bancos por cierta cantidad de oro escrita en la nota. Así es cómo ha funcionado la banca durante la mayor parte de su existencia. Sólo en el último siglo el papel moneda fiduciario, sin convertibilidad a una mercancía, se ha vuelto la norma.
Es sustancialmente importante entender que el dinero fiduciario llegó a representar un almacenamiento real de valor para hacer pagos reales. La única razón por la que el dinero fiduciario llegó a producirse es porque era una innovación tecnológica. Poder gastar el valor del oro, pero hacerlo con un papel más liviano, fue un enorme desarrollo tecnológico que cambió fundamentalmente la forma en que se realizaba el intercambio. Esto permitió a las personas continuar el comercio de la misma manera que antes, pero con su riqueza más segura frente a la amenaza del robo.
Irónicamente, la creación de notas bancarias que pueden canjearse por un objeto de valor también creó el marco necesario para el sistema de banca de reserva fraccional que todos los estados usan actualmente. Éste creó una especie de sistema bancario en el que los bancos ya no operan con la cantidad de dinero que tienen disponible, sino con una fracción del total que deberían tener disponible. Los bancos usan este sistema para mentir acerca de sus ganancias, usando el efecto multiplicador para multiplicar tanto sus ganancias como sus pérdidas. Estas pérdidas pueden llegar a ser tan importantes que terminen por destruir todo el sistema bancario y la economía. Esto es lo que sucedió durante la Gran Depresión, y más recientemente, durante la crisis de 2008.
La era de Bretton Woods
Cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, los aliados se reunieron en secreto en Bretton Woods para negociar cómo se construiría la nueva economía global. Keynes quería una Unión Internacional de Compensación que usaría una moneda bancaria internacional justa basada en déficits comerciales llamada Bancor. Ésta se convirtió en la posición oficial del Reino Unido al negociar en la conferencia de BW.
La idea de Keynes fue rechazada (a pesar de su popularidad) y, en su lugar, el dólar reemplazó a la unidad monetaria internacional, lo que hoy otorga a los Estados Unidos un poder especial en las finanzas internacionales llamado privilegio exorbitante. Para hacer esto, se establecieron USD 35 como el precio canjeable por una onza de oro (casi el doble de lo que valía cuando fue confiscado a los ciudadanos estadounidenses en 1933), y se configuró lo que se convertiría en el FMI. Keynes entendió los enormes problemas que esto crearía en el sistema monetario internacional, y ofreció una visión increíble de lo sucedería 20 años después.
Este sistema habría funcionado, si los EE.UU. no hubieran estado mintiendo con su balanza de pagos. Desde 1945 hasta 1971, más y más dólares estadounidenses comenzaron a circular por todo el mundo porque los Estados Unidos estaban importando más de lo que estaban exportando, haciendo una balanza de pagos negativa. De hecho, se exportaron tantos dólares de esta forma que los EE.UU. no pudieron cubrir todo el oro pendiente que representaban esos dólares. Los franceses sospecharon esto en la década de 1960 y comenzaron a repatriar su oro, lo que condujo a la conmoción de Nixon. En 1969, Nixon anunció que el dólar ya no era convertible en oro, y creó un arancel del 10% para proteger a las industrias estadounidenses del impacto de esto. USD 35 ya no valían ni una onza de oro, no valían nada.
La conmoción de Nixon
Para asegurarse de que el dólar no entrara en una espiral mortal de hiperinflación, Nixon estableció aranceles, congelaciones salariales y un tipo de cambio fijo hasta que descubrió qué hacer para dar valor al dólar. En 1973, Henry Kissinger llegó a un acuerdo con el Rey Saudita. A cambio de armar y apoyar a los saudíes y su brutalidad doméstica, acordarían vender petróleo solamente en dólares estadounidenses. Esto creó el 'petrodólar' que apuntalaba el valor del dólar, ahora que ya no era convertible en oro. Así que desde 1973 en adelante, el dólar ya no valía oro, sino petróleo.
Casi treinta años después podemos ver la evidencia de cómo el desacoplamiento del dólar del oro ha hecho añicos la fe en el sistema monetario global, y al dólar. Esto tuvo enormes consecuencias para el poder adquisitivo del dólar y de todos los que lo usaron. A continuación se muestra un gráfico del poder adquisitivo del dólar desde 1970 (hoy un dólar sólo puede comprar USD 0.18 de bienes de los que compraba en 1970). Perdió más de 4/5 de su poder adquisitivo en sólo 45 años.
El robo del mundo
Ahora que el dinero ya no está ligado al valor real de una mercancía y flota libremente, se hizo posible el robo de la capacidad productiva, no sólo de naciones enteras, sino del mundo mismo, a través de la monopolización del dinero por parte de los gobiernos estatales. Lentamente, durante décadas, la inflación causó la merma del poder adquisitivo, no solamente del dólar, sino de todas las monedas fiduciarias. Esto fue hecho tan lenta y deliberadamente que pocos pudieron entender lo que Keynes había advertido a la gente tantos años antes:
“Se dice que Lenin declaró que la mejor manera de destruir el sistema capitalista era desprestigiar la moneda. Mediante un proceso continuo de inflación, los gobiernos pueden confiscar, en secreto y sin ser observados, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos. Con este método, no sólo confiscan, sino que confiscan arbitrariamente; y, si bien el proceso empobrece a muchos, en realidad enriquece a algunos. La visión de esta reorganización arbitraria de las riquezas ataca no solamente a la seguridad, sino a la confianza en la equidad de la actual distribución de la riqueza. Aquellos a quienes el sistema les trae ganancias imprevistas, más allá de lo que merecen, e incluso más allá de sus expectativas o deseos, se vuelven 'especuladores', que son objeto del odio de la burguesía, a quien el inflacionismo ha empobrecido, no menos que al proletariado. A medida que avanza la inflación y el valor real de la moneda fluctúa salvajemente de un mes a otro, todas las relaciones permanentes entre deudores y acreedores, que forman el fundamento último del capitalismo, se vuelven tan completamente desordenadas que son casi insignificantes; y el proceso de degeneración de la riqueza se convierte en una apuesta, en una lotería. Lenin ciertamente tenía razón. No hay un medio más sutil ni más seguro para derrocar la base existente de la sociedad que desprestigiar la moneda. El proceso involucra a todas las fuerzas ocultas de la ley económica del lado de la destrucción, y lo hace de una manera que ni un hombre en un millón puede diagnosticar.”–John Maynard Keynes, Las consecuencias económicas de la paz (1919)
Hoy, la inflación a la que nos enfrentamos no se debe a que se haya introducido oro nuevo en el sistema bancario de reserva fraccionaria, sino a que el valor del dólar simplemente está disminuyendo. Hoy hay más dólares en el mundo que ayer debido a la flexibilización cuantitativa (es decir, la impresión de más dólares). La disminución en el poder adquisitivo del dólar es una pérdida directa para usted y para todos los que lo usan; y una ganancia directa para el gobierno y los bancos que se benefician de la creación de nuevos dólares. Nos han dicho que éstos son buenos hombres y que usarán la política monetaria para crear estabilidad de precios y mantener el desempleo bajo, pero los hechos muestran algo muy diferente y mucho más insidioso.
Falla del oro como almacenamiento de valor
El oro se ha utilizado como almacenamiento de riqueza durante milenios debido a su naturaleza totalmente fungible. Sin embargo, lo que sucedió desde el comienzo del siglo XX hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, fue la consolidación del oro en manos del Estado, a través de la expropiación legal y la violencia. En 1973, casi todo el oro estaba en manos del Estado por medio de la fuerza y del robo. Esto fue hecho de dos maneras. Hubo una confiscación de oro y metales preciosos de estado a estado, como las reparaciones de la Primera Guerra Mundial y el imperialismo. Esto concentró el oro en el norte global, en manos de un pequeño número de banqueros de élite y magnates de los negocios. La otra forma fue a través de la guerra que los gobiernos llevaron a cabo contra la riqueza privada de sus propios ciudadanos.
Esto puede ser visto en todo el mundo, en las legislaciones restrictivas de estados de todas partes; tales como laorden ejecutiva 6102, el Acta bancaria 1959 australiana, y el Acta de (control) del oro 1968 india. En lugar de proteger a los ciudadanos de la tiranía de las incautaciones de riqueza, la posesión de oro en realidad convirtió a las personas en un blanco para el Estado. A través de esta violenta confiscación de riqueza, los gobiernos esencialmente obtuvieron un oligopolio sobre el oro. Esto permitió a los gobiernos y sus aliados de la banca manipular el precio del oro mediante tenencia o dumping; pero, lo que es más importante, han vuelto inútil al oro como fuente de pago y como almacenamiento de valor. Hoy casi nadie tomará oro o plata como pago, a pesar de que en realidad valen más que el papel moneda.
La necesidad de la protección del Estado
Debería ser obvio que la mayor amenaza para la riqueza personal no es un agresor extranjero o personal, sino el Estado mismo. Esto nos pone en una situación difícil porque el Estado es el propietario de los medios de intercambio y el árbitro de toda legalidad. Mediante el control de los medios de intercambio, el Estado puede manipular el valor del dólar a gran escala para su propio beneficio (como la flexibilización cuantitativa o la financiación ilimitada para la guerra), y al mismo tiempo ser el guardián del sistema financiero. El mayor problema con esto es que, incluso si se encuentra un medio de intercambio alternativo adecuado (como bitcoin), el Estado todavía puede llamarlo ilegal y violentar a quienes lo usen por no seguir la norma.
Si se quiere poseer una gran riqueza, sólo se puede hacer con la aprobación explícita del Estado. En cualquier momento pueden elegir aprovecharse de su riqueza y pueden enviarlo a prisión. La acumulación de grandes cantidades de riqueza se vuelve imposible sin la aprobación del Estado en la sociedad moderna. Si el Estado no lo aprueba, lo llamarán 'lavado de dinero' y lo tratarán como a un criminal. Esto significa que es imposible que alguien esté en contra del Estado y que al mismo tiempo controle su propia riqueza. Esto ayuda a explicar por qué el Estado es tan activo en la opresión financiera contra sus propios ciudadanos, mientras permite que algunos de los más grandes bancos del mundo cometan crímenes y deje a la policía ejecutar a sus ciudadanos.
Si se quiere poseer una gran riqueza, sólo se puede hacer con la aprobación explícita del Estado. En cualquier momento pueden elegir aprovecharse de su riqueza y pueden enviarlo a prisión. La acumulación de grandes cantidades de riqueza se vuelve imposible sin la aprobación del Estado en la sociedad moderna. Si el Estado no lo aprueba, lo llamarán 'lavado de dinero' y lo tratarán como a un criminal. Esto significa que es imposible que alguien esté en contra del Estado y que al mismo tiempo controle su propia riqueza. Esto ayuda a explicar por qué el Estado es tan activo en la opresión financiera contra sus propios ciudadanos, mientras permite que algunos de los más grandes bancos del mundo cometan crímenes y deje a la policía ejecutar a sus ciudadanos.
Vemos explícitamente que el Estado tiene el poder de detener a estos delincuentes en la actualidad y, sin embargo, decide no hacerlo. Esto se debe a que el gobierno está en la cama con estas organizaciones. Los políticos reciben ‘donaciones‘ de estas compañías y los ex CEOs reciben trabajos de élite y seguros del gobierno más adelante, a cambio de éstas. Estas compañías han comprado leyes y protección a expensas directas de otros ciudadanos, a través de la corrupción del sistema legal y político. Debería ser claro y obvio para todos: no podemos recuperar este sistema de gobierno, economía y finanzas, y debemos rechazarlo en su conjunto.
Ahora que tenemos Bitcoin, podemos hacer eso. Una vez que rechacemos el dinero del Estado y sus amigotes banqueros capitalistas, el valor de su dinero fiduciario colapsará. El Estado ya no podrá pagar sus guerras, salarios inflados o mecanismos de miedo y terrorismo. Habrá una gran relajación y nadie aceptará más su papel moneda de mierda.
Conclusión
Conclusión
El Estado, a lo largo de los últimos cien años, ha logrado una de las acrobacias más grandes de la historia: que la gente crea que el papel vale más que las mercancías reales. A través del lento arrebato de oro a cambio de papel, las personas han sido despojadas de su capacidad de tener riqueza independiente. La riqueza de hoy sólo puede adquirirse por la buena voluntad del Estado, porque el Estado monopoliza la autoridad legal sobre cómo se puede obtener dinero. El Estado y sus aliados banqueros absorben tanto valor como pueden de la capacidad productiva de las personas normales y trabajadoras, mediante la devaluación del dinero fiduciario, del alivio cuantitativo y del interés.
Desde el final del estándar de oro en 1933, hasta la usurpación que nos llevó a donde estamos hoy, debe quedar claro que no se puede confiar a los gobiernos con nuestra riqueza. Bitcoin y las monedas digitales ofrecen a las personas la posibilidad de contar con un sistema financiero que no otorgue poder al Estado ni a los bancos de élite, sino que nos protege de ellos.
Bitcoin es un sistema de pago global y almacenamiento de riqueza que permite construir un nuevo sistema de finanzas y economía. Uno basado en los principios de las matemáticas, la privacidad y la capacidad de prueba. Un nuevo sistema en el que no se nos castiga por salvar y proteger nuestra riqueza, sino que se nos recompensa por ello. Un sistema que comprende, respeta y protege el derecho de las personas a la privacidad, y su derecho a comerciar con cualquier persona en el mundo, sin importar la bota de qué Estado tenga, exigiendo una porción de su riqueza, sobre su espalda.
El cambio viene, y será radical. Cambiará el mundo para mejor.
El cambio viene, y será radical. Cambiará el mundo para mejor.
Este artículo es una traducción al español del original en inglés: https://btctheory.com/2014/06/23/bitcoin-and-the-history-of-money/